AECA rindió homenaje a D. Juan Franquiz, el “cantinero”, como a él le gusta que lo llamen, del Bar Plaza en Antigua.

Alrededor de un puchero canario, Juan nos demostró que aunque los comienzos no fueron fáciles en una Fuerteventura donde el agua escaseaba y los vecinos debían hacer trueque para logar bienes básicos…, el trabajo y tesón siguen siendo el secreto para sacar adelante a la familia y los negocios, aunque nos comentó que el gran cambio se produjo cuando se decidió aprovechar las oportunidades que surgieron a raíz de las inversiones de los empresarios llegados de fuera del municipio.

Gracias Juan por compartir con nosotros tu tiempo, anécdotas, experiencias y por una vida dedicada al servicio a los demás.